J. M. Pérez | El miércoles 27 de noviembre hemos vuelto, un curso más, a visitar la Central de San Agustín (con su Parque de Transformación) y la Presa de Pías, instalaciones de Endesa aprovechando el caudal del río Bibei a su paso por el ayuntamiento de Viana do Bolo y Pías (Zamora). Desde el IES Carlos Casares queremos agradecer a don Ramón Laguna Blasco, Presidente de la UPH Noroeste de Endesa, las consideraciones que viene teniendo con nosotros desde que se firmó el convenio de colaboración entre la Fundación Endesa y el IES Carlos Casares.
Este año fueron 1º ESO A, 1º ESO B y 2º ESO los grupos afortunados en visitar las instalaciones previstas. Salimos sobre las 9.30h y nos dirigimos, un bus y dos coches con profesores y alumnos a la central en Caverna de San Agustín, cuya entrada se halla a orillas del Bibei aproximadamente bajo el pueblo de Pontón, en la otra ribera. Con los vehículos nos adentramos en un túnel de cerca de 1 kilómetro que nos condujo a la entrada de la central.
La central de San Agustín es una maravilla de la ingeniería construida en los años 50 con medios muy limitados en tecnología por un numeroso grupo de personas expertos en diversos oficios. Hoy en día conserva su aspecto original, y sólo los revestimientos de yeso y hormigón ocultan, parcialmente, el interior de mineral y roca de la montaña. Allí dentro los alumnos descubrieron las excitatrices, el telemando de las máquinas, los sensores y el control en pantalla, los alternadores, las servoválvulas de mando de la esférica o la distribuidora, alternadores, turbinas, etc. Pudimos disfrutar de las explicaciones de los trabajadores de Endesa y del jefe de zona, Ernesto Marra (gracias, Ernesto y gracias a todos) en silencio al estar la central sin producir. Como colofón a esta primera parte, nos obsequiaron con un arranque y parada de la central que hizo las delicias de la mayoría de los allí presentes.
A continuación deshicimos el camino hecho en el túnel de acceso para salir a la luz exterior y desplazarnos por carretera hasta el Parque de Transformadores de San Agustín, localidad donde también se encuentran las oficinas de Endesa de esta zona. En la sala principal de las oficinas Ernesto Marra y Félix Carrión, a través de unas presentaciones en vídeo, explicaron a nuestros chicos más pequeños la transformación de la energía en las hidroeléctricas (y en general en todas las centrales), la necesidad de ahorrar energía y apostar por las renovables o el funcionamiento de las centrales geotérmicas, peculiares al no proceder la energía primaria del Sol como en todos los demás casos.
Nuestra última parada prevista era la presa de Pías, lugar donde se almacena energía potencial para ser convertida. El viaje de San Agustín a Pías es de los más bellos de la comarca, al poder disfrutar, entre otras, de las vistas del valle del Bibei en Humoso, de las cascadas y acantilados entre Vilardemilo y Vilaseco da Serra o de los praderíos de Castiñeira de Sever.
La presa de Pías es de tierra y escollera, esto significa que una amalgama de arena compactada forma el corazón de la presa, estando revestida por una capa de escollera (material semejante al hormigón) y de hormigón. Unas juntas metálicas de dilatación atraviesan la superficie de la presa con el objetivo de dotarla de más flexibilidad. Una galería recorre el interior de la presa para drenar toda el agua que se filtra a través de ella. Cerca del muro de carga hay una caseta de control de la compuerta de ataque de la galería de presión, tubería de casi 9 km que comunica la presa con la forzada que sale de Rubiais y que puede transportar, para ser turbinados, 21.000 litros de agua cada segundo. El embalse de Pías puede embalsar poca agua, alrededor de diez mil millones de litros cuando está al 100%. Recibe los aportes de toda la cuenca del Bibei en las inmediaciones de Pradorramisquedo (aportes muy importantes por acuíferos y nieves) y del embalse de San Sebastián, cabecera de los embalses del río. El aliviadero está a unos 90 grados respecto de la sección de la presa, continuando el Bibei, por caudal ecológico, en la dirección de salida del aliviadero.
Nos abrieron las puertas de la presa y bajamos muchos metros y escalones para alcanzar la galería de drenaje de la presa, con sus caudalímetros y sensores, llegando hasta la verja de evacuación. Aquí contemplamos otra maravilla ingenieril de los 50, con túneles excavados en la roca de la montaña, en su momento en condiciones técnicas y de todo tipo muy complicadas, donde podemos observar la geología del terreno, incluido el llamativo mineral de la limonita.
El final consistió en abandonar las entrañas de la presa, sentarnos en el monte a disfrutar de la comida que nos prepararon nuestras cocineras (gracias, compañeras) y regresar a Viana do Bolo en hora prevista.
Creemos, por lo visto y oído, que nuestros alumnos pasaron una mañana agradable, impactante por momentos y que aprendieron muchas cosas nuevas. Nuestro agradecimiento a Endesa y sus gentes por proporcionarnos esta oportunidad que esperamos poder aprovechar en sucesivas ocasiones.
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